Documento sin título
Documento sin título
SI QUIERES ESCUCHAR LA RADIO EL BUEN SAMARITANO PINCHA EN LA IMAGEN

mifuerzaesjesus

DIOS HABLA

CUANDO DIOS HABLA, NO DEJA DUDAS

Cuando Dios nos habla, no deja dudas que nadie pueda cambiar, ni loque Dios ha dicho, ni el propósito de Dios, ni el método de Dios, ni la persona. Dios habló con Moisés. Era tan claro, que los sucesos duros que iban a acontecer, iban a darle paz a Moisés, de que realmente Dios lo había elegido para librar a Su Pueblo.


¿Qué habrá pasado, cuando Dios le habló?. Quizás Moisés lo comentó con sus allegados o su familia, quizás ellos cuestionaron la elección de Dios. ¿Pensarían ellos porqué a Moisés?, él es tartamudo, nunca ejerció el liderazgo, es jóven todavía, hay otros con mejores capacidades. Moisés, quién te va a apoyar, no te metas, que lo hagan otros, vas a tener problemas, éste es un pueblo muy rebelde y cuando quieras corregirlos, vas a quedar mal con mucha gente.

Moisés no tienes los recursos, y cuantas cosas más le habrán dicho a Moisés. Pero La Voz fue clara…“Yo te he puesto”…y si El te colocó, nadie podré sacarte sin pagar las consecuencias, no le dá una descripción de trabajo, el único requisito es obediencia. Y luego la voz de Dios continúa… “Yo te he puesto…para mostrar en ti, Mi Poder”.


¿Escuchaste bien Moisés?… “Yo lo voy a mostrar”…tú no tienes que mostrar nada, yo lo voy a hacer. Cuantas veces aún en la vida cristiana, vivimos del mostrar, de la imagen, de la apariencia, olvidándonos que el que debe mostrar es El, pues El dice: “Voy a mostrar en tí Mi Poder”. Es Su Poder el que va a actuar, no el nuestro.


El lo va a hacer a Su manera, tal vez inexplicable para nosotros, pero El lo va a hacer. No pretendamos explicar lo que no entendemos. Sólo El puede hacerlo, pues el propósito es que “Su Nombre sea anunciado en toda la tierra”. ¡Qué privilegio, El nos eligió y nos ha puesto para mostrar en nosotros Su Poder, para que Su Nombre sea anunciado en toda la tierra!. ¡Gracias Señor por usarnos para tu Gloria!.


¡Señor ayúdame a ser obediente a tu deseo de usarme!

“Y a la verdad, yo te he puesto, para mostrar en tí, Mi Poder y para que Mi Nombre sea anunciado en toda la tierra” Exodo 9:16

_____

 

EL ARBOL CONFUNDIDO

Había una vez, algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos.

Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El pobre tenía un problema: “No sabía quién era.”

“Lo que te falta es concentración”, le decía el manzano, “si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. ¿Ve que fácil es?”

- No lo escuches, exigía el rosal. Es más sencillo tener rosas y “¿Ves que bellas son?”

Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado. Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó:

- No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución. No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas. Sé tu mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior. Y dicho esto, el búho desapareció.

- ¿Mi voz interior…? ¿Ser yo mismo…? ¿Conocerme…?, se preguntaba el árbol desesperado, cuándo de pronto, comprendió. Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole:

- Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje… Tienes una misión “Cúmplela”. Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado.

Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos.

Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz.

Y tu… ¿dejas crecer el roble que hay en ti? En la vida, todos tienen un propósito que cumplir, un espacio que llenar.

No permitas que nada ni nadie te impida conocer y compartir la maravillosa esencia de tu ser.

Pero sobre todo recuerda, jamás podrás conocer el propósito de tu vida si no rindes tu corazón a aquel quién te creo. Conocer a Dios es encontrar el propósito de Dios para nuestra vida.

¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, sino que en la ley del Señor está su deleite, y en su ley medita de día y de noche!

Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera. Salmo 1:1-3

 

_____

 

VALORA EL TALENTO QUE DIOS TE DIO

Un carpintero tenía un hermano que era un músico famoso. Cuando su hermano vino de visita a la compañía constructora donde trabajaba, el capataz le dijo:

-Debe estar orgulloso de tener un hermano que el mundo entero conoce por su música.

Luego, sintiendo que quizá había menospreciado a su empleado, agregó con torpeza:

-Por supuesto, no todos en la familia pueden tener el mismo talento.

-Usted tiene razón. Mi hermano no sabe nada acerca de construir una casa. Tiene la suerte de poder contratar a otros para que le construyan la suya.

El músico afirmó y agregó:

-Tanto mi hermano como yo trabajamos con las manos. Yo sostengo un instrumento musical en las mías y él un martillo en las suyas.

No todos tenemos el llamado a transitar a través de la vida por los mismos caminos. Si así fuera, ¡no cabe duda que veríamos muy concurrido nuestro camino!

Booker T.Washington escribió en el libro Desde la Esclavitud: Hay tanta dignidad en labrar el campo como en escribir un poema. La dignidad reside en el corazón y en la actitud del hombre, no en la descripción de su trabajo.

Todo llamado es grande si se persigue tenazmente.

Prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:14

Fuente: El libro devocionario de Dios para Hombres, Editorial Unilit


Hoy habia 7893 visitantes (14519 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!
©About Us | Site Map | Privacy Policy | Contact Us | ©2010 Company Name2010 C
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis